Rashomon: La Imposibilidad de la Verdad y La Moral del Hombre

 


A lo largo de la historia del cine, surgen obras de las que con el paso del tiempo, se revisan una y otra vez con el objetivo de desentrañar cada uno de sus misterios y simbolismos que el director de la propia obra plasmó. Rashomon, es un filme dirigido por Akira Kurosawa y escrito por Shinobu Hashimoto que coescribió el guion junto con Kurosawa; hacer una sinopsis general de la película, es un tanto complicado, ya que el filme se divide en 4 historias, las cuales nos narran un mismo acontecimiento desde varios puntos de vista. 



Este concepto de distintas versiones de una mismo acontecimiento, se vuelve en una odisea por descubrir quién de los personajes está diciendo la verdad, inclusive el filme juega con la propia visión de los testigos, convirtiendo el acontecimiento en una sarta de mentiras y de detalles que van mutando a lo largo del metraje, y es que esto último, es el propósito principal de la historia, poner a prueba la moral humana y hasta que punto una simple “anécdota”, se puede convertir en algo complicado; sin embargo, esto no es algo nuevo dentro del mundo del cine, es más, incluso es algo que no es raro dentro del mundo en general, ya que en varias ocasiones, nuestro cerebro parece recordar la mayoría de detalles. No obstante, hay situaciones, las cuales tu cerebro inhibe y son omitidas en el propio cerebro. 



Varios de los teóricos que han estudiado este filme, definen un cierto efecto al cual, se resume en la  incapacidad de comunicarse correctamente, principalmente viendo este sentido, en un supuesto, caso donde el emisor, está hablando en términos de “otra lengua”; ver una anécdota, donde el receptor no pueda captar la mayoría de detalles, le da un peso mucho mayor a la narrativa del filme, volviendo una pieza única en su género y que definiría el cine basado en sucesos trágicos, agregando un misterio más que el espectador puede resolver. Otro de los factores que vuelve al metraje interesante, es el uso de los espectadores como juez principal, a lo largo del filme, se nos plantea que hay un juez el cual es quien hace las preguntas, yes un personaje que nunca se nos presenta, por lo que el propio espectador es quien juzga las acciones de los personajes que el director nos plantea; sin embargo, esto se dificulta por las múltiples versiones de un mismo relato dentro la película. 



Ver varias de estas versiones, que en cierto punto omiten o agregan detalles, que parecen absurdos o muy convenientes para algo que había ocurrido hace unas horas, genera una tensión no solo en los personajes que se encuentran alrededor, sino que a su vez, genera cierta desconfianza, dentro del espectador quien es uno de los principales jueces dentro de la película, aunado a esto, cuando se nos es narrado el ultimo relato proveniente del leñador, quien asegura ser el testigo que lo vio todo desde un principio, cambia la personalidad de varios de los testigos que estuvieron presentes durante el asesinato. En primera instancia, el bandido, es representado como una persona que solo alardea de su grandeza y de su propia fortuna, pero que es un completo cobarde cuando se refiere a combatir contra alguien mas, incluso el leñador da a entender que el bandido no tienen mucha experiencia peleando con la espada, al samurái, lo convierte en un ser arrogante, que no le importa nada de lo que el tiene, incluso teniendo el descaro de ofender a su esposa y de darle la espalda después de haber recibido abuso físico por parte del bandido, mientras que la esposa, es mas una especie de detonante principal de la pelea entre ambos, pese a que en un principio todo el problema comienza por el deseo del bandido de obtener a la esposa del samurái, recordemos que en un principio, Tajomaru no quería asesinar al hombre; sin embargo, la mujer cuando están apunto de huir, comienza a perder tanto al bandido como a su propio esposo, desencadenando la furia de su esposo sobre el bandido, quien saca su espada y trata de huir en del combate, mientras tanto la mujer, quien estaba “aterrada”, decide huir del acto, de una u otra manera el ladrón termina por ganar e inicia la persecución de la mujer. 


Todos sabemos que pasa, de aquí en adelante, el peregrino duda, comienza a negar que eso fue lo que en realidad paso y comienza a preguntarle al leñador que paso con la daga que tenía la mujer, ya que anteriormente, habían descrito que la daga que tenía la esposa parecía ser de mucho valor. No obstante, tenemos que recordar en este punto, cada uno de los relatos, el bandido enaltece su hazaña, el samurái toma su propia daga y se suicidó, la esposa ahuyenta al bandido pero es juzgada por su propio esposo quien ahora la mira con cierto desagrado, como uno se puede dar cuenta, cada uno de los testigos omite y agrega partes las cuales no ocurrieron nunca dentro del relato original, cada uno decide contar su propia verdad de los hechos, tergiversando su actitud para así no ser vistos de mala manera por el espectador quien a su vez es el juez, al no conocer cercanamente al juez de aquel lugar, deciden presentarse de una manera distinta, para congeniar con este y que les otorgue el perdón. 

Sin embargo, pese a que esta situación se puede resolver con el último relato del leñador, este es rebatido por el peregrino que llegó a las puertas de Rashomon, quien es uno de los personajes más misteriosos de la película, ya que incluso parece llegar ya sabiendo lo ocurrido y quien parece ser un testigo extra al cual no le da miedo de mentir nunca; no obstante, comparando esto con su contraparte literaria, se puede llegar a interpretar que el personaje extra, es un demonio el cual habitaba las puertas de Rashomon y quien al ser una criatura omnipotente sabe la pura verdad, incluso sabe que el leñador oculta algo como todos los demás testigos. La construcción de las múltiples verdades, la capacidad del cerebro para tergiversar los recuerdos y la moralidad de una sociedad en decaimiento, vuelve a la narrativa de este filme, en un debate moral que deja pensando al espectador sobre si existe una verdad absoluta dentro del metraje. 



Sin embargo, no podemos definir como verdadera la historia del leñador, ya que incluso contradice la actitud de los personajes que se nos son presentados en un momento, a su vez, le quita sentido a la actitud de personajes como el bandido o la esposa, aunque esta al final termina siendo una especie de antagonista, quien rechaza a los demás personajes y que en su relato sobre los hechos, se endiosa a sí misma con el fin de librarse de culpas, el marido al ver profanado su honor narra cómo este se suicida y muere en su honor intacto, aunque esto contradice mucho a la propia historia que se nos planteó en un inicio con la llegada del leñador a la escena del crimen, esto ya es contemplado por el espectador, quien sabe donde se encontraban los objetos gracias a la llegada del leñador de la escena del crimen, y pese a que ya establecimos que los relatos son mentiras frente al relato del leñador, éste omite el detalle de que había una daga enterrada en el piso que era de la mujer, cosa que se menciona en el primer relato presentado. 



Finalmente, buscar la verdad absoluta dentro de este filme, se convierte en una eterna discusión, sobre el que tanto se puede confiar en los relatos de el hombre y si es posible encontrar una verdad absoluta después de un suceso, convirtiéndose en un debate moral y que al igual que un libro o una película, se convierte en un sentimiento abstracto que tendrá múltiples interpretaciones al final y que uno decida creer o no, a su vez, esta película, revolucionó a su género, dando esa duda al espectador quien trata de descubrir qué fue lo que pasó en un principio, dándole incluso mucho más interpretaciones de las situaciones ya planteadas dentro de la historia y generando un sentimiento de desconfianza para el espectador.  En una época donde la mayoría de personas culpa a alguien de una u otra manera, y donde predominan la cantidad de relatos sobre un solo suceso y donde al parecer creer primero en la víctima, en vez de el violentado o viceversa, se vuelve en una constante lucha por saber quien fue quien. La verdad, está oculta y solo un ser de buen corazón y puro de alma tendrá todos los hechos de manera exacta de forma en que pueda ser revelado. Rashomon, se volvió tan innovadora y adelantada a su tiempo, que a día de hoy tanto en internet como en la vida real, vemos historias que nos remiten a aquel viejo cuento del samurai y su esposa siendo violentados por un bandido. 

A día de hoy incluso con los avances ya hechos en la tecnología, se nos hace mucho más difícil saber que es verdad y que es mentira, salen varias cosas que son contradictorias el una con la otra, exactamente como Kurozawa lo planteó varios años antes en esta película que a día de hoy es una de las más influyentes dentro de la historia del cine japonés y que en esta época, se ha vuelto una pieza que nos hace recordar, la imposibilidad de la verdad, y como esta, incluso puede llegar a ser imaginaria por parte de los testigos, incluso teniendo pruebas se nos vuelve aun mas difícil saber que o quien esta diciendo la verdad, pero en eso se basa Rashomon, un debate moral entre lo real y lo irreal y que muchas veces, las personas no somos lo suficiente sinceras con tal de salvarnos de algo, “solo un ser completamente puro dirá la verdad y nada más que la verdad”.




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